La tecnología ha sido el último hito histórico en cambiar por completo nuestra forma de vida. La revolución de la información y el rápido desarrollo tecnológico ha obligado a todas las industrias a sufrir un cambio drástico y repentino para no dejar de ser competitivas.
La mayoría de industrias tradicionales ya no siguen el mismo modelo de negocio ni las mismas técnicas de operación de sus inicios. El sector logístico no es la excepción. Al ser uno de los pilares fundamentales del comercio mundial, la logística se ha visto obligada a hacerse con las nuevas tendencias tecnológicas para ser parte de esta revolución y evolucionar a la par con el mercado. A continuación, os presentamos cinco de las tendencias a tener en cuenta en el sector logístico en 2018:
1. IoT – Logística inteligente
El internet de las cosas es un concepto que empezó a acuñarse hace un par de años en los sectores más desarrollados. Se refiere a la interconectividad digital de objetos cotidianos a través de Internet. Con ello, podemos aplicar la tecnología de la red en cada paso de nuestra cadena de suministro para poder ofrecer una logística inteligente, centrada en el usuario y apta para un cliente que demanda cada vez más información, adaptabilidad y personalización.
Utiliza la interconexión y las nuevas interfaces para garantizar una comunicación más directa, precisa e inmediata, una producción más personalizada y una gestión más eficiente. A la vez que reduce costes, optimiza rutas y permite una trazabilidad mediante geolocalización exacta. Otras opciones son los palets inteligentes y los sensores en los neumáticos.
Al volverse digital cada paso de la cadena de suministro, la logística se vuelve inteligente y permite al sector optimizar mejor sus recursos.
2. Automatización
Los e-commerce han obligado al sector logístico a ser más rápidos y eficientes para atender a un mercado cada vez más competitivo por la inmediatez de los procedimientos y las entregas.
Para ello, la automatización ha permitido agilizar los procesos de forma más rápida y precisa con menos márgenes de error y a costes más accesibles, gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías que permiten dar soporte a procesos como:
– Almacenamiento y abastecimiento.
– Carga y descarga de contenedores.
– Asistencia en entregas locales mediante drones.
– Softwares de control y de gestión.
– Registro y etiquetado de mercancías.
3. Big Data
El análisis de datos ha sido la gran y tan necesaria tendencia de los últimos años. El negocio logístico está inundado de datos, que, analizados de forma inteligente, nos ayudan a entender y predecir el comportamiento de los clientes, antecedernos a las nuevas tendencias del mercado y optimizar mejor nuestras rutas y procesos.
Su aplicación en la logística mejora la eficiencia de la cadena de suministro, no solo agilizando los procesos actuales, sino que detectando y adelántandose a las futuras demandas y nuevos modelos de negocio que se puedan generar en el futuro.
Muchas empresas ya han invertido en Big Data para poder gestionar mejor la gran cantidad de datos que generan, segmentar de forma inteligente la información, mejorar los registros y ofrecer un servicio más óptimo.
4. Sostenibilidad
El medio ambiente es una de las preocupaciones más potentes del mundo actual. Las normativas de operación industrial están cambiando a un paso cada vez más acelerado. Esto afecta principalmente a la Industria logística, responsable del 10% del CO2 a nivel mundial. Es por ello, que se han empezado a aplicar diferentes regulaciones y normativas cada vez más estrictas, lo que nos lleva a tomar medidas alternativas, como:
– Eliminación paulatina del papel.
– Transportes ecológicos según normativa.
– Puntos de entrega y recogida.
5. Impresión 3D
La impresión 3D es, sin duda, un elemento definitivo de cambio en la logística. Es una nueva técnica de reproducción que revolucionará los procesos de producción, y aunque la producción tradicional no desaparecerá, se abrirá paso a una combinación de ambas técnicas que permitirá:
– Personalización de productos a bajos costes sin alterar la producción masiva.
– Rapidez de entrega y mayor producción local.
– Almacenes bajo demanda.