Buscar la mejor ruta para cualquier operación de transporte es básico para transitarios y consolidadores, y algo que siempre se debe tener en cuenta a la hora de escoger es si el servicio va a ser directo o si los contenedores van a sufrir algún tipo de transbordo.
Diferencias entre servicios directos o no directos para la carga LCL y FCL.
Para hablar de qué diferencia los servicios directos de los indirectos, primero debemos hacer una distinción entre el punto de vista de las navieras y forwarders y el punto de vista de los grupajistas.
Navieras y transitarios
Cuando una naviera o un transitario (freight forwarder) hablan de un servicio directo, por norma general se refieren a que el mismo barco que sale del puerto de origen es el que llega al puerto de destino. Es decir, que el contenedor en el que va la mercancía no cambia de barco. El barco en cuestión puede escalar, y de hecho lo hace en muchos puertos intermedios, para cargar o descargar más contenedores, pero nuestro contenedor en particular no se descarga hasta llegar a su punto final.
Si por el contrario se habla de un servicio no directo, significa que en algún puerto intermedio el contenedor realizará un cambio de barco, y por lo tanto el contenedor será descargado del buque inicial y cargado en uno nuevo, que puede ser (o no) el que llegue finalmente a destino si ya no se realizan más transbordos.
Los servicios no directos se usan mucho en por ejemplo los puertos pequeños, que no permiten escalar a los barcos grandes por la capacidad o el calado del puerto. De esta forma los contenedores salen del puerto inicial en un barco ‘feeder’ que alimenta al barco principal, o ‘mother vessel’, que se encuentra en un puerto con mayor capacidad o medios.
Grupajistas o NVOCC
Desde el punto de vista de los grupajistas o consolidadores, el significado de servicio directo o no directo cambia.
Para un consolidador, un servicio directo es aquel donde el mismo contenedor que se carga y se precinta en origen es el que llega al punto de destino final. No se considera aquí si el barco es el mismo, cambia, hace escalas o no, sino simplemente que la integridad de la carga se mantiene al no haber sido manipulada en un punto intermedio.
Por el contrario, cuando se habla de ‘servicios via …’ un puerto en concreto, significa que esa ruta es indirecta y que en ese puerto el contenedor se vaciará en el almacén del consolidador o de su agente, y se volverá a cargar en otro nuevo, con otras mercancías diferentes a las que inicialmente acompañaban a nuestra mercancía, para ser embarcadas a su destino final. Esto significa que el contenedor reflejado en el conocimiento marítimo de origen no será el mismo en el que llegará la mercancía a destino.
De esta forma cuando un consolidador te indica que su servicio desde Barcelona a Tokio, por ejemplo, es via Singapur, quiere decir que en Singapur tu mercancía será manipulada, descargada del contenedor y cargada en otro nuevo que será el que llegará a destino.
Ventajas de escoger una ruta directa
Tanto en el caso de carga LCL como FCL es mejor siempre escoger las rutas más directas posibles.
- El servicio directo minimiza la posibilidad de que la mercancía sufra retrasos en cuanto al tiempo de tránsito esperado. Cuánto más indirecto es un servicio (pudiendo tener 1 o 2 transbordos o escalas) más posibilidad hay de que el tiempo de tránsito esperado sufra retrasos o desviaciones.
- Cuanto más directo es un servicio, más competitivo es el precio (considerando la puerta a puerta).
- Además, en el caso de la carga consolidada, una ruta directa evita que la mercancía sufra manipulaciones, el contenedor se cierra en origen y no se vuelve a abrir hasta destino final, minimizando así la posibilidad de que la mercancía sufra daños, perdidas, cruces no deseados, etc.
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