Previsiones 2022 para el sector logístico y marítimo

2021 ha estado marcado por los retos, imprevistos y dificultades consecuencia de la pandemia a los que el sector logístico ha tenido que hacer frente, adaptándose y transformándose rápidamente para no quedar atrás. Estos cambios deberán continuar de cara a 2022. 

Aunque se espera que el nuevo año sea algo más tranquilo, o como mínimo más manejable gracias en parte a la experiencia de los últimos 12 meses, la incertidumbre aun pesa en el futuro del sector. No se trata solo de la pandemia, las nuevas regulaciones en China o el cambio climático son dos aspectos que también deben tenerse en cuenta a la hora de imaginar la industria logística y de transporte del futuro. 

Con todo esto, a continuación presentamos los puntos clave a los que prestar atención durante 2022 si se quiere seguir ofreciendo el mejor servicio a clientes y adelantarse a posibles nuevas disrupciones que puedan presentarse. 

 

¿Cómo se transformará el sector logístico y marítimo en 2022?

Cuando hablamos del sector logístico y el transporte marítimo, hablamos, en definitiva, de la cadena de suministros, y como los eslabones de cualquier cadena, los que conforman nuestra industria dependen unos de otros y la mayoría de veces sus futuros están irremediablemente ligados, como veremos a continuación con las tres principales problemas derivados de la pandemia y que se arrastrarán aún en 2022. 

Altos precios, congestiones y falta de personal: el triángulo de la gran afectación.

El principal foco de preocupación para el 2022 es el triángulo formado por el aumento en los precios de contenedores, las congestiones en los puertos y la falta de mano de obra. 

En cuanto a los fletes, si bien es cierto que en los últimos meses estos han ido bajando, probablemente por el fin de la peak season, y estabilizándose ligeramente, los fletes siguen a precios casi diez veces mayores que antes de la pandemia. Con el año nuevo lunar a la vuelta de la esquina y el consiguiente paro en la producción en China, sumadas a las importantes congestiones que aún se experimentan en los puertos estadounidenses, es difícil creer que los precios vayan a bajar de forma importante, como mínimo, hasta finales de año.

Por su parte, se espera que las congestiones de los puertos sí mejoren a lo largo de 2022, aunque la estabilidad irá ligada a los brotes de Covid que puedan surgir. Las congestiones se han producido a lo largo del mundo, pero los dos focos principales han estado en Estados Unidos y en China.
El presidente Joe Biden ya está trabajando para tratar de normalizar la compleja situación en los puertos de Los Ángeles y Long Beach ambos en California, y como decíamos, en el caso de China aunque la situación ha mejorado, la estricta política de tolerancia cero ante el Covid hace muy probable que se den nuevos retrasos allí también, ya sea a causa de su intenso control de entradas y salidas, de confinamientos o nuevos brotes. 

La última pieza de este triángulo es la falta de personal, que afecta especialmente al buen funcionamiento de puertos, terminales y almacenes, pero que va mucho más allá. Los brotes de Covid han creado escasez de trabajadores a todos los niveles, pero esta escasez viene dada por un déficit de perfiles especializados que ha quedado patente ante la disrupción de la pandemia. Aunque los centros de formación están trabajando desde el minuto cero con la colaboración de las empresas para hacer frente a la falta de conductores de camiones y profesionales cualificados, perfiles digitales, etc. durante 2022 (y los próximos años) las empresas deberán estar especialmente atentas para captar nuevos talentos, sobre todo los referentes a las nuevas habilidades surgidas a raíz de la automatización de los procesos y la digitalización. 

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Aumento del transporte aéreo

Los problemas que ha generado la pandemia en el transporte marítimo ha favorecido a que el tráfico aéreo de mercancías haya aumentado significativamente. Según la IATA ( la Asociación Internacional de Carga Aérea) la demanda de carga aérea aumentó un 7,9% en 2021 (en comparación con los niveles de 2019) y está en camino de crecer otro 13,2% durante el próximo año. Y es que este método de transporte ha sido clave para muchas empresas, las que se lo han podido permitir, y la gestión de reabastecimiento tras los múltiples confinamientos a nivel mundial.

Un aspecto importante a tener en cuenta, además, es la compra de flotas aéreas por parte de navieras como Maersk o CMA CGM, que apunta a una visión positiva a largo plazo para el transporte aéreo. 

Creación de nuevas rutas

Si algo ha dejado clara la pandemia para el sector logístico y del transporte, es la dependencia de China ( y Asia) para toda la actividad de la industria. Por eso muchas empresas están iniciando un proceso de relocalización y regionalización que evite gran parte del caos vivido en los últimos meses ante un nuevo cierre de fronteras por parte de la gran potencia asiática. Esta relocalización puede traer consigo la necesidad y adaptación de rutas marítimas e incluso un aumento de la oferta de transporte en ferrocarril.

Nuevas negociaciones de contratos

Uno de los principales efectos de la pandemia y la disrupción que ha traído consigo puede verse claramente en las negociaciones para los contratos navieros de 2022-2023. Este año las contrataciones van mucho más allá de la negociación de los precios, pues asegurar espacio para poder mover las cargas se ha convertido en una necesidad.

La temporada de contratación tradicionalmente empieza en otoño y acaba en primavera, pero la incertidumbre que rodea al sector y su evolución durante los próximos meses ha hecho que los nuevos contratos estén experimentando un adelanto de casi tres meses. Los shippers quieren asegurarse unos precios más o menos decentes ante la posibilidad de una nueva subida del precio de los fletes, como ha ocurrido durante 2021, y espacio suficiente para su carga en medio de la falta de contenedores, mientras que los carriers están en una posición privilegiada para asegurarse contrataciones a precios que siguen siendo altos en comparación a la prepandemia y que en algunos casos incluso van más allá de los 12 meses habituales de contrato además de incluir otros servicios logísticos integrados como servicios de entrega de última milla, etc.
Como decíamos, la falta de espacio, además, ha hecho que grandes expedidores hayan aumentado sus acuerdos de carga mínima lo que deja a NVOCCs y otros con aún menos espacio con el que mover sus cargas. 

Digitalización y sostenibilidad

Uno de los principales factores de transformación que debe ocurrir en 2022 es la digitalización real del sector y el cambio hacia una industria sostenible. Estos son dos puntos que se han ido repitiendo en los últimos años, pero la pandemia ha dejado claro que ambos son ahora imprescindibles y vitales. 

La automatización y digitalización de los procesos ha sido de gran ayuda durante la pandemia, y las nuevas tecnologías como el 5G o el IoT no harán más que consolidarse y transformar el sector. Transformación que se dará de la mano de la sostenibilidad, adaptando barcos y camiones a energías limpias o adoptando regulaciones sobre las emisiones de CO2. 

 

El papel de las navieras 

Las empresas navieras han sido de las grandes beneficiadas por la crisis y la pandemia y lo seguirán siendo en los próximos años mientras duren las disrupciones e incertidumbre. Si nos fijamos en los últimos movimientos que grandes empresas como Maersk o CMA CGM han llevado a cabo podemos esbozar hasta qué punto estas grandes empresas van a jugar un papel mayor en el futuro y cómo pueden transformarlo, ya sea reconvirtiéndose y expandiéndose o aprovechando el impulso para crecer y asegurar su dominación frente a la competencia. 

  • Crecimiento de flotas: La primera acción contra la falta de espacio ha sido la compra de nuevas embarcaciones, ya sean nuevas o de segunda mano. Una vez equilibrado el mercado no sabemos qué va a suceder con el posible excedente, pero como decíamos puede ser también un movimiento de dominación frente a la competencia o como mínimo un intento de obtener el mayor beneficio mientras dure la situación. Además, cabe destacar la compra por parte de CMA CGM de 10 portacontenedores rompehielos para afianzar su presencia en las rutas del Báltico y que pueden ser cada vez más importantes con el avance del cambio climático. 
  • Ampliación de servicios: Muchas navieras han aprovechado el incremento en beneficio para expandir servicios. Por ejemplo, las citadas Maersk y CMA CGM han comprado varios aviones para pasar a ofrecer, además, servicios de transporte aéreo. Mediterranean Shipping Company, por su lado, ha comprado 12 nuevos cruceros, lo que la convierte en la empresa de cruceros de mayor crecimiento en los próximos años.  
  • Más control de la cadena de suministros: Ante la disrupción, muchas empresas buscan tener un mayor control de las operaciones y de la cadena de suministros, por eso muchas de las empresas han invertido sus beneficios en la compra de terminales portuarias e incluso freight forwarders y otras empresas logísticas con las que poder ofrecer un servicio de transporte integral, como parece ser el objetivo de Maersk. Empresa que en 2022, por ejemplo, pasará a gestionar todas las operaciones logísticas de Unilever, una de las mayores empresas dedicadas a los bienes de consumo. 

En estos dos años viviendo en la incertidumbre que ha traído la pandemia, el sector logístico y de transporte ha cambiado y sabemos que lo seguirá haciendo, es inevitable. Podemos esbozar el futuro, pero predecirlo con perfecta precisión es más difícil, y más en estos momentos, por eso es de vital importancia estar atentos a lo que ocurre en el sector y los movimientos de los grandes players, para poder adelantarse a cualquier cambio o adaptarse a la mayor brevedad. Solo el tiempo dirá qué previsiones y tendencias se cumplirán y prosperarán y esperamos veros en doce meses ¡para seguir hablando del futuro de la industria, su transformación y progreso!