Junto a la Golden Week en octubre, la celebración del Año Nuevo Lunar es una de las principales festividades en China (y Asia en general) y que trae consigo el cierre de todo el país durante una semana, afectando así todas aquellas operaciones de exportación e importación que se realicen por esas fechas con el continente asiático.
Cómo afecta el año nuevo lunar al transporte internacional
Como comentábamos, el año nuevo lunar (también conocido como año nuevo chino) es una festividad en la que participan muchos de los países asiáticos (como Corea, Vietnam, Indonesia o Malasia), lo que la convierte en una celebración muy importante a tener en cuenta a la hora de preparar operaciones de exportación e importación con esos países.
Aunque la celebración dura una semana, que abarca del 31 de enero al 6 de febrero, muchas de las fábricas y empresas asiáticas cesan su producción y actividad antes para que los empleados puedan visitar a sus familiares durante esos días de fiesta. Es muy importante tener un buen conocimiento de cuándo va a cerrar cada fábrica o puerto con el que se trabaja para poder adaptar los pedidos y envíos con tiempo suficiente y no sufrir retrasos no deseados. Además, hay que tener en cuenta que como gran fiesta nacional que es, para el año nuevo lunar no solo cierran las fábricas. Puestos como las aduanas, freight forwarders o las mismas terminales en los puertos también cierran o quedan operadas por el mínimo indispensable de empleados, lo que igualmente afecta a la gestión diaria de las cargas.
Como resultado, y como sucede en octubre durante la Golden Week, lo normal es que todo tipo de transportes y cargas queden afectados. Lo más común son los retrasos en las entregas, pero también es importante tener en cuenta los espacios en los contenedores, sobre todo actualmente. Importadores y exportadores de todo el mundo van a querer adelantar sus operaciones para que sus productos lleguen a tiempo a sus destinos y no se vean «atrapados» durante el cierre de fábricas y puertos, por lo que es importante saber que los espacios en contenedores o incluso aviones van a verse afectados sobre manera.
A causa de la pandemia, los retrasos y la falta de espacio se han convertido en una norma, afectando a los precios de los fletes y del producto final. Si sumamos los efectos de estas celebraciones, es fácil pensar como decíamos en nuestro último artículo, que todos estos problemas, no vayan a solucionarse, como pronto, hasta bien entrado el año.